El pan de payés, también conocido como «pa de pagès» en catalán, es uno de los panes más emblemáticos de Cataluña y un verdadero icono de la tradición panadera española. Su historia, arraigada en la vida rural, y sus características únicas lo han convertido en un favorito tanto en las mesas familiares como en los restaurantes gourmet.
Un poco de historia
El pan de payés tiene sus raíces en las zonas rurales de Cataluña. Su nombre, que se traduce como «pan campesino», refleja su origen humilde y su papel esencial en la dieta diaria de los agricultores. Tradicionalmente, este pan se elaboraba en casa o en pequeños hornos comunitarios, utilizando los ingredientes más básicos: harina, agua, sal y levadura. La receta y el método de elaboración se transmitían de generación en generación, asegurando la preservación de su autenticidad.
Características distintivas
- Forma redonda
- Corteza gruesa y crujiente
- Miga esponjoda y con grandes alveolos
- Textura ligera
El proceso de elaboración del pan de payés es también especial. La masa se deja fermentar lentamente, lo que desarrolla sabores complejos y una estructura de miga abierta. La cocción en un horno de leña a alta temperatura es crucial para lograr la corteza dorada y crujiente que lo caracteriza.
Curiosidades y tradiciones:
- Versatilidad: El pan de payés es extremadamente versátil. Se puede disfrutar solo, acompañado de aceite de oliva y tomate en la clásica «pa amb tomàquet», o como base para numerosos platos catalanes.
- Larga conservación: Gracias a su corteza gruesa, el pan de payés se conserva fresco durante varios días, lo que era esencial en los tiempos en que se horneaba una vez por semana.
- Reconocimiento: En 2013, el «Pa de Pagès Català» obtuvo la Indicación Geográfica Protegida (IGP), un reconocimiento oficial que garantiza su calidad y origen, y que protege la tradición y el método de elaboración de este pan emblemático.
Como pudimos ver, el pan de payés no es solo un alimento, sino una parte integral de la cultura catalana. Su historia, sus características únicas y su versatilidad en la cocina lo hacen un pan especial, apreciado tanto en Cataluña como más allá de sus fronteras. En Forn Vallespir, nos enorgullece continuar esta tradición, elaborando cada pan de payés con el mismo cuidado y dedicación que nuestros antepasados.
